Las actividades táctiles son una muy buena forma de ayudar. Los niños pequeños desarrollan su motricidad y destreza mientras se divierten. Las funciones de juego táctil les enseñan a experimentar y repetir movimientos, además de estimular su curiosidad.
Los niños adquieren conciencia de los conceptos de forma, estado, peso, volumen y aprenden a comprender las relaciones de causa y efecto. Aprenden, por ejemplo, a tocar componentes y a comprender de qué están hechos y su utilidad. Este Estimula su imaginación y creatividad. El juego táctil anima a los niños a explorar su entorno y desarrollar su percepción de los objetos.
Las funciones de juego táctiles también desarrollan poderes de concentración. Estas actividades pueden captar la atención de los niños durante bastante tiempo en las áreas de juego al aire libre.