El espíritu comunitario es importante en cualquier área de juego, ya sea en un parque, cámping o el patio de la guardería o escuela. Jugar juntos les da a los niños la oportunidad de conocer gente nueva, experimentar nuevos comportamientos y diferentes personalidades.
Esta interacción ayuda a los niños a desarrollar sus habilidades sociales: aprenden a respetar a los demás, a aceptar las diferencias y a respetar las reglas básicas de las situaciones grupales (por ejemplo, dejar ir primero a los demás, esperar turno, compartir, escuchar).
Los encuentros alientan a los niños a Desarrollar su imaginación. Los niños se reúnen en estructuras de juego temáticas, dentro de una casa de juegos o en una plataforma, y se cuentan historias, asumen diferentes roles y se adentran en mundos imaginarios. Estos intercambios en el juego cooperativo contribuyen al desarrollo de los niños. desarrollo psicológico.
En un guardería o escuela infantil, casitas y estructuras temáticas Serán zonas muy populares para reunirse y compartir experiencias divertidas.